Mirar: Cuando nos llega una taza, lo primero en lo que nos fijamos es en su aspecto, en su textura. Una buena taza tiene un esmalte superficial liso, color uniforme y sin deformación en la boca de la taza. Luego depende de si el asa de la taza está instalada en posición vertical. Si está torcido, significa que la copa es un producto defectuoso y no debe haber contracción del esmalte en la conexión con el cuerpo de la copa. Si lo hace, significa que la mano de obra de la copa no es lo suficientemente fina. También podemos apuntar la taza al sol, y una buena taza debe tener un cierto grado de transmisión de luz.
Escuche: para escuchar el sonido de la taza, podemos mover el cuerpo de la taza con los dedos, una buena taza hará un sonido metálico nítido, si el sonido no es nítido, se puede juzgar que la taza está hecha de materiales mixtos. De manera similar, necesitamos escuchar el sonido en la unión de la tapa y el cuerpo de la taza. Si el sonido es nítido y tiene un pequeño eco, significa que la calidad de la taza es buena.
Toque: debe tocar el cuerpo de la copa con la mano para sentir si el cuerpo de la copa es suave, sin agujeros ni defectos, lo que indica que la calidad de la copa es muy buena. También se debe tener en cuenta que el fondo de la copa no se puede pegar al tablero debido a una operación incorrecta del proceso de glaseado.
Habilidades para comprar tazas